Advertencia: Advertising

Ya tengo 24 años en esto. Es una carrera de resistencia. Advierto: es una carrera que no es para todos. La gente te dirá que no sabe lo que hacemos (en realidad saben, aunque no comprenden su magnitud), pero lo respiran, lo disfrutan cada día, y aunque no quieran aceptarlo, somos parte de sus vidas.
Hoy quiero hablar de la pasión de ser publicista, o más bien de la entrega, abnegación y masoquismo de la misma. Reitero mi advertencia: No es para todos.

Empecé muy joven y con todas las ganas de romperla, de cambiar todo. Eran los lejanos 90 y el mundo era distinto; cero internet, apenas algo de compus, mucha revista y recorte. Empezamos muchos, continuaron menos y al final, sólo quedamos unos pocos; advertencia: No es para todos.

Y he pasado por todas las etapas; desde ser el menor de la oficina, el que buscaba en los libros de imágenes y pegaba stickers (nuestro google image eran libros de fotos que marcábamos para scannear y usar en los avisos), cruzando el umbral de la edad media de los publicistas, saliendo de los 20s, entrando a los 30s, -cuando empiezas a ser cada vez más jefe y menos creativo-, hasta ser el mayor de la oficina y contar estas historias, poco creíbles para los chicos de hoy, que nacieron ya con mail e internet y que nunca vieron el Black Book, la pemetera, el limpiatipo o piensan que el aerógrafo es sólo una herramienta de Photoshop.

Pero no vamos a regodearnos en el pasado y a decir que antes era todo mejor. A lo largo de estos años he visto mejorar, -sobre todo la gráfica-, en el medio local; vivimos en una atmósfera con mejores recursos para ejercer nuestra profesión. Sobre las ideas… bueno, eso es otro blog.

La publicidad es la novia con la que más he durado, la banda en la que más tiempo he tocado, la certeza más larga que he tenido. Siempre cuestionada, con sus altos y bajos, con clientes amorosos, clientes canallas, con compañeros memorables, con otros ruines, pero siempre con esa chispa, esa emoción que confieso, sigo sintiendo cuando nos llega un brief nuevo.

Advertencia: no es para todos. Es para lo que se reconstruyen, los que pueden vivir cien vidas en diez años, los que se caen, se levantan, los que les rompen el corazón y se vuelven a enamorar, los que tienen espíritu de 18, aunque el espejo diga otra cosa, los que se levantan con chuchaqui, pero te aceptan una cerveza más.

Advertencia final: Si estás leyendo esto y estás en publicidad, o piensas estarlo, te recuerdo que aquí no hay puntos medios; o la odias, o se vuelve la aventura más larga de tu vida: Yo me quedé con lo segundo.

Escrito por:
Miguel Cabrera
miguel@adsapiens.ec